Sin duda alguna hay muchísimo que visitar en Fez.
Pensemos que es la ciudad imperial más antigua de Marruecos fundada alrededor del año 791. Está a la derecha del río Fez y, claro, desde entonces han pasado varias civilizaciones por ella.
Ha sido refugio de andaluces, árabes y judíos a lo largo de su extensa historia. Además de formar parte del protectorado francés hasta hace cuatro días como aquel que dice, ya que no fue independiente hasta 1956.
Todo este periplo es el causante de que haya tantos lugares que ver y planes que hacer en Fez.
Para facilitarte la labor, hemos preparado una selección de sitios en Fez en los que hacer parada.
Vamos al lío.
Qué ver en Fez en cada zona
Tienes que saber que está claramente dividida en tres zonas. Estas pertenecen a distintas épocas y se distribuyen de norte a sur de la siguiente manera:
- Fez el-Bali es la más antigua de la ciudad y donde están la mayoría de los puntos imprescindibles que ver en Fez.
- Fez el-Jdid, fundada pocos siglos más tarde, tiene joyas que ver en Fez como las siete puertas del Palacio Real.
- La Ville Nouvelle, como adivinarás por su nombre, fue creada en la época del protectorado francés. No tiene nada que ver con las otras dos zonas.
Además de estas tres partes bien diferenciadas, la urbe tiene otras zonas residenciales. Con todo lo que hay que hacer en Fez nuestro consejo es que las obvies, por decirlo de alguna manera.
Ahora que ya estamos situados, vamos a sacar lo mejorcito de cada zona.
Qué visitar en Fez en Fez el-Bali
Como decíamos, Fez el-Bali es el área más antigua de Fez y un verdadero viaje en el tiempo porque está en un estado de conservación realmente bueno.
Es una gran medina con más de 9.000 callecitas laberínticas por las que dejarse llevar e ir descubriendo rincones. Te encuentras entre motos, burros y carros que transportan mercancías, ya que no tiene tráfico de coches.
Los imprescindibles de este gigantesco universo son varios. Nuestra recomendación es que no te obsesiones por hacer check en ninguna lista sino en explorar, que te irás encontrando con sus must.
Uno de ellos es la curtiduría Chouwara: si hay algo pintoresco, diferente y auténtico que ver
en Fez es este lugar.
Se trata de la más extensa de las cuatro que quedan en Fez y te impresiona sí o sí. Y no solo por el potente olor que desprende la cantidad de recipientes con tintes ―y otros ingredientes como cal y excrementos de paloma― que hay.
Olores y hedores aparte, el proceso artesanal y la gama cromática para teñir las pieles son únicos.
Además de las curtidurías, en Fez el-Bali tienes que dejarte caer por las plazas Nejjarine y Seffarine por su bullir de gente y por sus insignes edificios. Y también pasarte por alguna de sus medersas ―escuelas del Corán―como la Medersa Bou Inania o la Medersa Attarine.
Sus decoraciones repletas de los emblemáticos azulejos y marquetería están en tan buen estado que te sientes en otra época.
Pero lo dicho: para vivir la medina Fez el-Bali de verdad deambula sin presión por sus desordenadas calles esquivando a los locales que están a lo suyo, disfruta del espectáculo que es el zoco, párate a contemplar sus mezquitas y abre bien todos los sentidos.
Qué visitar en Fez el-Jdid
Esta otra medina, construida unos cuatro siglos más tarde junto a la de Fez el-Bali es otro ineludible de Fez.
Como decíamos, está pegadita a la más antigua y tiene una estructura muy similar con su muralla alrededor y un entramado de callejuelas. Podríamos decir que perderte es casi lo mejor que te puede pasar para empaparte de su esencia.
A pesar de sus similitudes, las dos medinas se diferencian principalmente por dos elementos. Están en todas las listas de los esenciales de Fez: el Palacio Real y el Barrio Judío o Mellah.
Con el Palacio Real acabas pronto porque no se puede visitar, pero sus siete puertas son una maravilla y muy fotogénicas. Así que, ve hasta allí y vive tu momento Instagram.
Sabemos que suena muy superficial pero los artesonados de bronce flanqueando la fortaleza son tannn bonitos, que fijo que te dan ganas de inmortalizarlos.
Por lo que se refiere al Barrio Judío, tampoco anda nada mal de lugares con sabor propio. Su estilo arquitectónico no puede estar más alejado de los cánones marroquís. Frente al hermetismo de las construcciones musulmanas, las judías tienen unos balcones de hierro y madera muy singulares.
Por todo esto, callejear por la medina Fez el-Jdid es algo que hacer en Fez de obligado cumplimiento.
Y si lo puedes encajar en tu agenda viajera, busca un restaurante o Riad con vistas a la medina donde tomar un té de menta o disfrutar de una cena al atardecer, que la gastronomía marroquí es deliciosa.
Qué visitar en Ville Nouvelle
Y si las medinas tienen algunas diferencias entre sí, el barrio de origen francés las tiene todas.
Empezando por su origen, que ya no es en la Edad Media sino en la contemporánea y siguiendo por su estructura y estilo, totalmente europeos, la Ville Nouvelle no tiene nada en común con Fez el-Bali ni Fez el-Jdid.
Con la Avenida Hassan II como columna vertebral, en este barrio en el que viven los extranjeros y locales de mayor poderío económico, puedes encontrar la sede de instituciones, bancos y hoteles de estilo occidental.
Avenidas enormes, tiendas estupendas y tráfico, todo el que quieras.
La verdad es que este barrio no tiene mucho misterio. Es curioso ver el contraste entre las otras zonas que visitar en Fez y esta de reciente creación.
Y hasta aquí este repaso por lo mejor que ver en Fez, destino que incluimos en muchos de nuestros tours en los que te llevamos al desierto de Marruecos y a los lugares más emblemáticos del país como es esta ciudad imperial.
Qué, ¿cuándo te vienes?