Una de las actividades más demandadas por nuestros huéspedes es subirse a lomos de un camello para surcar las dunas del desierto, ver el amanecer o atardecer o acercarse al poblado más cercano.
Y la verdad es que es un acierto: absolutamente todo el mundo vuelve fascinado.
Verte en la cima de una pacífica criatura de dos metros de estatura y fundirte con un entorno natural tan especial como el desierto es una experiencia inolvidable.
Otro de los comentarios que recibimos de quienes prueban esta aventura de montar a camello es que no eran conscientes de hasta qué punto desconocían las peculiaridades del animal; y es que esta especie que ha sido transporte oficial desde tiempos ancestrales tiene sus matices.
Por eso en esta ocasión te vamos a contar cómo son y cómo se llaman los camellos marroquís, cómo montar en camello sin morir en el intento y dónde montar a camello en Marruecos.
Vamos al lío.
Los camellos de Marruecos
Que levante la mano quien no haya llamado camello a un dromedario alguna vez.
Pero no te preocupes; si es tu caso, no andabas por mal camino ya que ambos son camelus:
- El camelus dromedarius es el dromedario y tiene una sola joroba.
- El camelus bactrianus es el camello y tiene dos gibas.
Vamos, que los dos son camellos, pero no dromedarios.
Aclarado el asunto del nombre, diremos que no es la única diferencia, aunque sí la más visible; estos animales se distinguen también por la cantidad de pelo que tienen: el camello lo tiene más oscuro y largo que el dromedario para protegerse del frío del altiplano asiático, que es su hábitat.
Y esto nos lleva a que… en Marruecos solo hay dromedarios, con el pelo más claro y corto para no sufrir tanto los estragos del calor. Que no te confunda que también los llamemos camellos.
Así que, si tienes en tu wish list un paseo en camello por el desierto de Marruecos, será a lomos de un simpático dromedario de una joroba.
Lo que sí tienen en común es que son de temperamento dócil y que necesitan comer e hidratarse pocas veces: en contra de lo que se cree, en las jorobas no acumulan agua, sino grasas procedentes de los alimentos.
¿Y de dónde sale esa creencia de que la almacenan? Pues de que beben una cantidad descomunal de agua en poco tiempo y ya no necesitan volver a hacerlo en horas.
Esto explica que les hace capaces de vivir en climas extremos y cargar con personas y mercancías, aunque sople el viento del desierto.
Ahora que ya sabes con qué te vas a encontrar si vienes al desierto marroquí y das un paseo en camello, veamos cómo es subirse a lomos de este emblema del país.
Cómo montar un camello en Marruecos
Dar un paseo en camello por el desierto de Marruecos es una experiencia única y exótica como pocas; lo único que hay que tener en cuenta son algunas indicaciones y, por supuesto, seguir las instrucciones de quien te lo preste o alquile.
Como con casi todos los animales, el dromedario necesita sentirse cómodo. Por eso no es buena idea gritar, saltar encima de él y mucho menos golpearle.
Para que subas, el animal se sienta sobre sus cuatro patas, pero se levanta ágilmente cuando nota que estás subiendo. Conque hazlo con un movimiento rápido y ponte a horcajadas sobre él lo antes posible.
Lo habitual es que suba primero la parte trasera y luego estire las patas de delante. Tú sujétate y disfruta, que es muy divertido y están domesticados, por lo que es muy difícil que te tiren.
Una vez arriba, no hay mejor consejo que este: déjate llevar por sus movimientos.
Suéltate, oscila con sus vaivenes y mira al horizonte, que el desierto desde esa altura es una gozada.
Ya solo nos queda saber dónde se puede pasear a lomos de un camello en Marruecos.
Dónde montar en camello en Marruecos
Montar en dromedario es algo que harás seguro si vienes al desierto de Marruecos.
Peeero, si por lo que sea no vas a venir y no quieres renunciar a la vivencia de dar un paseo en camello, no temas, que todavía tienes una solución.
Veamos más de cerca las dos opciones.
#1 Pasear en camello en Marrakech
El mejor sitio para subirte a un camello en Marrakech es El Palmeral, a 10 kilómetros de la ciudad y al que puedes llegar en taxi o en calesa, un medio que muchos eligen porque es divertido y diferente a lo que estamos acostumbrados.
Imagínate haciendo un recorrido por una extensión que cuenta con más de 100.000 palmeras en una superficie de unas 13.000 hectáreas. Pues eso es lo que vas a encontrar en el Palmeral.
Allí comprendes lo importante que es la palmera en la economía y costumbres del país por sus dátiles y la madera que se obtiene de ellas.
Si bien esta manera de cumplir tu deseo de subir a un camello es interesante, hacerlo en el desierto es lo más.
#2 Pasear en camello por el desierto de Marruecos
Llegamos al mejor lugar del mundo para montar en camello: el desierto de Marruecos y, en especial, Erg Chebbi.
Y no es que lo digamos nosotros, que también.
Es que el desierto es el hábitat natural del dromedario: su pelaje, su color y las almohadillas de sus patas están hechas para vivir aquí y no hundirse en la arena ni asfixiarse.
Y lo mismo pasa con sus larguísimas pestañas, que protegen sus ojos, y con sus fosas nasales, que se pueden cerrar totalmente para que la arena no les entre cuando el viento arrecia en las ventiscas.
Sabemos por experiencia propia y por la de nuestros huéspedes que ver el amanecer o el atardecer sobre un camello en Erg Chebbi es un regalo para los sentidos: las vistas del horizonte desde lo alto del animal, el degradado del cielo y el silencio del desierto te calan hasta la médula.
En Kam Kam Dunes organizamos salidas en camello para todos los gustos con animales bien cuidados y que están acostumbrados a ser el transporte de las personas.
Para nosotros los camellos son como de la familia, incluso les llamamos por su nombre, y son muy buena compañía.
Desde el momento en que el dromedario se arrodilla delante de ti para que subas y te eleva a dos metros del suelo, te pones en modo aventura y lo que viene después es de esas cosas que se te quedan grabadas.
Dejarte llevar hacia las enormes dunas, subirlas a paso seguro y descubrir las vastas dimensiones de esa extensión de arena que tienes ante tus ojos es algo que vale la pena vivir.
Si te apetece probarlo, pues ya sabes, vente a Kam Kam Dunes, que nosotros te lo organizamos todo para que sea una vivencia memorable.
¿Hay más lugares en Marruecos en los que montar a camello?
Lo cierto es que no: si lo que quieres es montar en un camello para dar un paseo en un acto genuino y tradicional, solo puedes hacerlo en el Palmeral de Marrakech y, sobre todo, en el desierto.
Los verás en otros lugares como atracción turística con la que hacerte una foto, pero es algo que para nosotros no entra en la clasificación de dar un paseo en un camello marroquí 😉